Por: Rafael Rojas 09/08/2025 08:18:00

Al cumplirse ochenta años del bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki, es un juego macabro la renovada tensión nuclear entre Estados Unidos y Rusia. Nada de lo que sucede entre Washington y Moscú es improvisado, ni los exabruptos de Dmitri Medvédev y Donald Trump, ni las calculadas sonrisas de Vladimir Putin y Steve Witkoff.

Medvédev, expresidente y ex primer ministro de Rusia, que en los últimos años ha perdido protagonismo aceleradamente en Moscú, en pocos meses se han convertido, desde una posición secundaria en el Consejo de Seguridad de ese país, en un provocador geopolítico. Hace semanas sugirió que Rusia podría aliarse a Irán en una ofensiva nuclear contra Israel. Ahora promueve que Rusia entre en alarma nuclear ante el ultimátum de Don

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