Para 2013, Mascarita Dorada, bajo el nombre de El Torito, tuvo la oportunidad de llegar a los encordados de la WWE. Lo hizo como manager, o como en México se conoce: de mascota de Los Matadores, ya que por orden de la dirección de la empresa estadounidense no podía mostrar sus habilidades como luchador; sin embargo, bastaron algunas evoluciones sobre el ring para robarse el protagonismo.

“Al principio, en la posición donde me pusieron [acompañante] fue difícil, porque normalmente a todos los países que iba, pues siempre me dejaban luchar, nunca me ponían limitaciones. Que estuviera abajo del ring, nada más viendo la acción, era muy difícil, sobre todo guardar toda esa adrenalina, yo quería estar arriba haciendo lo que yo hago: vuelos”, recuerda, aunque, pese a todo, sabía que era un proce

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