Desde principios de este siglo se había logrado establecer una barrera biológica en la selva de Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, contra el gusano barrenador -que puede generar lesiones graves en animales de sangre caliente- impidiendo su avance desde Suramérica. Sin embargo, un cúmulo de factores provocó que penetrara hacia el norte, y ahora se lucha en varios frentes para recuperar el control.

Conocida bajo el nombre científico de ‘Cochliomyia hominivorax’ o ‘Mosca en forma de tornillo devoradora de hombres’, este insecto busca animales de sangre caliente con heridas abiertas y allí deposita sus huevos. Luego, al eclosionar, sus larvas comienzan a alimentarse del tejido. Si no se trata puede generar graves heridas, la pérdida de la función del órgano parasitado e incl

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