Sheila ha pasado en unos meses a convertirse en víctima por partida triple: de maltrato por parte de su expareja, de un desahucio de una vivienda pública por una sucesión de trámites administrativos, y de una burbuja del alquiler que, unido a su falta de empleo, le hacen imposible encontrar un hogar para ella y sus tres hijos.

Desde el pasado ocho de julio Sheila se encuentra en una situación límite buscando "casa y trabajo" de forma desesperada, tras ser desahuciada de la vivienda pública en la que residía en Torrejón de Ardoz (Madrid). "Ahora lo principal es la vivienda para poder traer a los niños", afirma en una entrevista con la Agencia EFE. Actualmente, vive en un hostal, separada de sus tres hijos de 16, 14 y 11 años, que están con su padre (no es la persona a la que denunció por v

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