Ciudad de México

Aunque su familia teme que en México la desaparezcan, Mary Martínez, una madre buscadora hondureña, regresa cada vez que puede para buscar a su hijo Marco Antonio Amador Martínez, -desaparecido en 2013-, mientras carga con la triple jornada de ser buscadora, además de cuidadora y proveedora de su hogar, frente al abandono del Estado.

"A ellos les da miedo lo que pasa aquí en México (…) que desaparecen a las madres y eso se difunde por todos lados", señaló Martínez, integrante del colectivo Comité Amor y Fe.

Como ella, muchas mujeres asumen la labor que le corresponde al Estado de buscar a sus familiares desaparecidos , al tiempo que lidian con la responsabilidad de cuidar y sostener su hogar, según el informe ‘Desaparecer otra vez: Violencias y afectaciones que

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