El cronista Guillermo Prieto, quien narró los hechos, señaló malas decisiones de Antonio López de Santa Anna
El 14 de septiembre de 1847 la bandera de las barras y las estrellas ondeó en Palacio Nacional, marcando una de las fechas más trágicas y vergonzosas en la historia de nuestro país. La capital, el último bastión frente Intervención Norteamericana había caído tras días de asedio, asaltos y decenas de muertos. ¿Pero cómo pasó? ¿En verdad los estadounidenses eran desde entones tan poderosos?
En sus crónicas sobre lo sucedido —publicadas en el libro “Los yanquis en México”, de la colección Vientos del Pueblo, del Fondo de Cultura Económica— el escritor y político Guillermo Prieto, sugirió que no había una disparidad abismal entre ambos ejércitos, sino que el funesto resultado se deb