Complicarse la vida es bien sencillo, suelta entre risas el poeta Alberto Blanco al cerrar la plática. La frase sirve como guiño para ilustrar las sabias paradojas del Tao Te Ching , uno de los libros clásicos del taoísmo filosófico, que el poeta mexicano recién tradujo al español directamente de su lengua original: el chino.

El también ensayista, músico y artista plástico (Ciudad de México, 1951), ampliamente reconocido por su labor poética y traductora, dedicó alrededor de cinco décadas a descifrar los 81 capítulos o poemas de esa ancestral obra de 2 mil 500 años de antigüedad atribuida al sabio Lao-Tse.

Ahora se encuentra al alcance del público gracias al Fondo de Cultura Económica (FCE), que lo acaba de publicar en su colección Tezontle en una cuidada edición a cargo de Manuel Beta

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