La afición del Barcelona ha consumado el paripé con Marc-André ter Stegen. De la crítica a volver a quererle, hasta el punto de ovacionarle en el Trofeo Joan Gamper, una vez que ha cedido a la presión del club. El portero recuperó la capitanía tras acceder a que mandaran su informe médico a la Liga y, por tanto, ha sido el encargado de hablar en la presentación del equipo. «Ha sido importante solucionar el tema entre el club y yo. Ahora es el momento de mirar hacia adelante», ha destacado entre aplausos.
Había muchas dudas sobre cómo sería el recibimiento de la afición, que en estas últimas semanas se ha mostrado de la forma más hostil posible con el guardameta. Instigados desde la propia entidad, que llegó a abrirle un expediente sancionador por acogerse a su derecho de no