Fue el último de la plantilla en salir . El capitán, a falta de los fichajes de este verano, salió al césped con los brazos en alto, aplaudiendo a la afición. El brazalete resaltaba en su brazo sobre la equipación verde de los guardametas azulgranas. En la grada, muchas camisetas azulgranas, aunque pocos socios, que le aplaudieron en su mayoría aunque se colaron algunos silbidos tras las semanas de culebrón que ha protagonizado. Pero parece que la tormenta ya ha pasado. Cuando cogió el micrófono, escoltado por sus compañeros y el cuerpo técnico, apretó el papel que tenía en la otra mano. "Bona nit a tothom", dijo antes de que el estadio le ovacionara. Entre la sorpresa y el agradecimiento dio las gracias con el gesto a los aficionados. Hace unos días, esa escena parecía imposible de ve

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