Un estudio científico ha revolucionado la manera en que entendemos a este organismo marino , uno de los más temidos en las playas. Durante décadas, su presencia causaba alarma y la inevitable retirada de los bañistas, quienes lo identificaban erróneamente como una medusa gigante peligrosa .

Sin embargo, una investigación publicada en la revista Current Biology desmonta esta idea y revela que este habitante de los océanos no es una sola criatura, sino un conjunto complejo de cuatro especies diferentes que funcionan como una sola unidad.

El «terror» de las playas no es una medusa, sino un organismo colonial de cuatro especies

Según la agencia SINC , la carabela portuguesa no es en realidad una medusa individual, sino un hidrozoo colonial . A diferencia de las medusas, que son animales solitarios, la carabela está formada por miles de individuos especializados llamados zooides, que colaboran y forman un conjunto que parece un único ser vivo.

Este hallazgo surge de un extenso análisis genético y morfológico que involucró la secuenciación del genoma de 151 especímenes , además del estudio de más de 4.000 imágenes, realizado por el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD-CSIC-UPO-JA) y el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC).

Éstas son las cuatro especies que forman la carabela portuguesa :

  • Physalia physalis.
  • Physalia utriculus.
  • Physalia megalista.
  • Physalia minuta.

Este descubrimiento es un avance para la taxonomía marina y pone en evidencia la diversidad biológica que aún está por descubrir en los ecosistemas oceánicos.

Características y peligros de la carabela portuguesa

Una de las señas de identidad de la carabela portuguesa es su flotador gelatinoso con forma de vela , que le permite desplazarse aprovechando las corrientes marinas. Esta estructura es la responsable del nombre común de carabela portuguesa.

Por otro lado, más allá de su aspecto, este organismo es temido por sus células urticantes , que causan dolorosas picaduras a quienes entran en contacto con sus tentáculos. Estas células cumplen una función doble: defensa contra depredadores y mecanismo para capturar presas .

Importancia del estudio para la conservación marina y la diversidad genética

El impacto de esta investigación va más allá de la simple reclasificación. Contrario a la idea de que en el océano abierto la dispersión genética sería homogénea, el estudio demuestra que existen claras diferenciaciones genéticas entre poblaciones .

Esto desafía concepciones previas sobre la evolución en ambientes marinos abiertos y plantea nuevas preguntas sobre cómo se mantiene la biodiversidad en estos espacios .

Por otra parte, la confirmación de la existencia de estas cuatro especies tiene repercusiones importantes en la conservación y gestión marina . Laura Prieto, investigadora del ICMAN y colaboradora en el estudio, destaca que comprender la conectividad y distribución específica de cada especie es clave para diseñar estrategias de protección más precisas y efectivas.

Curiosamente, tres de estas cuatro especies coinciden con clasificaciones hechas por naturalistas en los siglos XVIII y XIX, lo que pone de relieve cómo la ciencia moderna a menudo confirma y amplía el conocimiento antiguo.

El investigador Ozren Bogdanovic, uno de los autores del estudio, enfatiza que el éxito de la investigación dependió de un «inmenso esfuerzo para recolectar especímenes de distintas partes del mundo».