En los últimos años en Valencia se discute, y con mucha pasión, hasta si su topónimo debe tener una denominación bilingüe y si hay que ponerle acento abierto o cerrado. El «cap i casal» tiene sus particularidades. A los valencianos se nos mira desde el resto de España desde diferentes perspectivas. Para muchos somos esa playa con la que muchos sueñan todo el año. Ese lugar donde, hasta la dana, caía alguna que otra tromba de agua, pero por lo general, siempre lucía el sol.
De un tiempo a esta parte también hemos logrado colar, solo de vez en cuando, el mensaje de que es la comunidad, junto a la Región de Murcia, que peor parada sale en el actual sistema de financiación. Me emociona escucharlo en las tertulias nacionales sin que, por otra parte, haya habido cambio alguno. Resulta paradójic