La reciente cobertura de The New York Times sobre Jeffrey Epstein volvió a poner en el foco público los detalles más íntimos de su vida, y lo que más ha desconcertado a los lectores no son sus célebres invitados o documentos financieros, sino su peculiar colección de arte.
Nuevas fotografías inéditas sacaron a la luz aspectos hasta ahora desconocidos de este patrimonio artístico, destacando su estética perturbadora y un mensaje ambiguo que definía la identidad del financiero y depredador sexual. La procedencia de estas fotografías, no obstante, no fue aclarada, lo que generó preguntas a las que el periodista David Enrich respondió que la información fue publicada “tan pronto como pudimos” para proteger las fuentes.
La escultura central que inquietó a todos
El epicentro de esta controver