Mercedes tiene dos hijos, Israel y Daniel. Tienen 6 y 4 años y ambos tienen autismo. Con apenas tres meses, a Israel empezaron a darle crisis epilépticas y estuvo ingresado hasta que encontraron una medicación que le funcionara, “estuvo en la UCI y casi un mes ingresado porque no daban con le medicación correcta. Fue muy doloroso para mí, pero por suerte no le volvió a pasar. Estuvo con antiepilépticos hasta los tres años”.

Todo parecía normal hasta que, con 18 meses, en plena pandemia del covid, Mercedes observó que el desarrollo de su hijo no era como debería, “pasó el confinamiento muy mal, muy nervioso, no hablaba nada… se lo comenté a la neuróloga y no le dio importancia. De hecho, no nos dio cita hasta que no le tocaba la revisión, casi un año después”.

En esa revisión, y ya embara

See Full Page