De Turkmenistán se sabe tan poco como que sus ancestros fueron clave para la existencia de México por un curioso golpe de la Historia
Fran Ruiz Perea
Existe un sitio geológico único en el planeta, tan surrealista y misterioso que su apodo lo dice todo: la Puerta del Infierno, una caldera de fuego perenne en medio del país probablemente más surrealista y misterioso del mundo: Turkmenistán. Poco se sabe de este país centroasiático, pero lo que casi nadie sabe es que cambió, sin pretenderlo y por un golpe del destino, el rumbo de la Historia, incluido lo que ahora es México.
Ocurrió hace unos mil años, cuando tribus túrquicas decidieron avanzar desde Asia Central hacia el oeste del mundo. En 1453 y ya convertidos al islam, tomaron Constantinopla y levantaron un imperio musulmán, cerrando l