Intel se encuentra en medio de la tormenta perfecta. Mientras la compañía lucha por sobrevivir a una de las peores crisis de su historia, una calificación crediticia al borde del bono basura y una , un nuevo frente se ha abierto en el campo de batalla más inesperado: la Casa Blanca.

El nuevo CEO de Intel, Lip-Bu Tan , que tomó las riendas de la compañía en marzo tras la destitución de Pat Gelsinger, está ahora en el punto de mira de la administración Trump por sus supuestos vínculos con la industria de semiconductores de China. La situación ha escalado hasta tal punto que el propio presidente Trump ha pedido públicamente su "dimisión inmediata" .

Las acusaciones: inversiones millonarias y exportaciones ilegales

La controversia estalló cuando el senador republicano Tom Cotton, citand

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