El pequeño pueblo británico de Charlbury, de apenas 3.000 habitantes, ha visto interrumpida su habitual tranquilidad con la llegada de J.D. Vance, quien ha puesto patas arriba la localidad con sus excentricidades mientras disfruta de parte de sus vacaciones junto a su familia.
Según informa The Telegraph, el equipo del vicepresidente ha mandado a instalar diversas tecnologías, entre las que se encuentran una gran antena —cuya función no está clara— un helipuerto improvisado en un campo de la localidad e intensos controles de carretera, que permanecerán hasta el jueves.
Debido al terremoto que ha supuesto su llegada al pueblo, la casera de Vance se ha visto obligada a disculparse por llevar un “circo” a su aldea, pidiendo perdón a la comunidad por las preparaciones y la atención públi