Hoy ha comenzado el traslado a la Península de menores migrantes que piden asilo en nuestro país y que han llegado sin acompañamiento a los puertos de Canarias.

El Gobierno cumple así órdenes del Tribunal Supremo, que le exigió hacerse cargo de los 1.200 menores que ahora mismo viven en las Islas, en centros absolutamente saturados.

Muchos de ellos proceden de países en continuo conflicto armado, como Malí, donde la violación de los derechos humanos es una moneda común. El primer grupo, de 10 jóvenes, se reubicará bajo protección estatal en centros de adultos adaptados, como el albergue de Mérida.

El consejero de Presidencia, Abel Bautista, ha criticado que "una vez más, nos enteramos por la prensa de un nuevo comienzo de un nuevo reparto de menores no acompañados , que no resp

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