No hace falta estar corriendo una maratón bajo el sol para que te dé un golpe de calor. Le ha pasado a un chico de 25 años en pleno Metro de Madrid . Y sí, estaba a la sombra… pero el calor no entiende de edad ni de lugar .

Su cuerpo llegó a los 42 grados de temperatura. A partir de ahí, el organismo se queda sin recursos: deja de sudar, el calor se acumula, el cerebro se empieza a nublar y los órganos se ponen en modo emergencia . El joven comenzó a desorientarse, hablaba sin sentido y estaba a punto de desmayarse. Por suerte, el personal de seguridad se dio cuenta y llamó al SAMUR .

En estos casos, cada segundo cuenta. Los sanitarios lo envolvieron en una sábana especial conectada a aire frío , le colocaron placas de hielo en el pecho y le pusieron sueros refrigerados p

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