Miguel Uribe Turbay, precandidato presidencial y senador del Centro Democrático, falleció en la madrugada del 11 de agosto a los 39 años. Su muerte se produjo tras no superar las graves heridas sufridas en un atentado el 7 de junio durante un mitin político en Bogotá. Uribe fue víctima de un ataque en la localidad de Fontibón, donde sufrió un severo sangrado intracerebral y un fuerte edema cerebral, lo que lo mantuvo en estado crítico durante más de dos meses. A pesar de múltiples intervenciones quirúrgicas en la Fundación Santa Fe, su condición nunca se estabilizó y su deceso fue confirmado por el equipo médico.
El atentado ha generado conmoción en la política colombiana y ha encendido las alarmas sobre la seguridad de los líderes en campaña. Las autoridades han realizado tres capturas relacionadas con el caso y continúan investigando para identificar a todos los responsables. La hipótesis principal sugiere que el ataque fue llevado a cabo por una estructura criminal aún no identificada. Este hecho se suma a una serie de agresiones recientes contra figuras públicas, lo que ha llevado a distintos sectores a exigir un fortalecimiento urgente de los esquemas de protección.
Miguel Uribe Turbay nació en un entorno político, siendo nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala e hijo de la periodista Diana Turbay. Se graduó en Derecho en la Universidad de los Andes y realizó una maestría en Políticas Públicas. Su carrera política comenzó a los 25 años como concejal de Bogotá, donde se destacó por su oposición al entonces alcalde Gustavo Petro. En 2014, fue elegido presidente del Concejo de Bogotá.
Entre 2016 y 2018, se desempeñó como secretario de Gobierno bajo la administración de Enrique Peñalosa, convirtiéndose en el secretario más joven en la historia de la ciudad. En 2019, se postuló a la Alcaldía de Bogotá, obteniendo cerca de 500.000 votos y consolidándose como una figura de la derecha con proyección nacional. En 2022, fue elegido senador, donde se convirtió en una de las voces más críticas del gobierno de Gustavo Petro, especialmente en temas de reformas tributarias y pensionales.
En 2023, Uribe había anunciado su intención de competir por la presidencia, buscando que el Centro Democrático definiera un mecanismo ágil para elegir a su candidato. Su muerte interrumpe una carrera política en ascenso y deja en suspenso las aspiraciones de quien era considerado uno de los líderes más prometedores de la derecha colombiana. Su legado y proyección se ven truncados, generando un vacío en el Senado y en el liderazgo opositor.