Al tratar con las empresas más grandes de Estados Unidos, el comandante en jefe no tiene reparos en actuar como el microadministrador en jefe.
El Presidente Trump llevó su gusto por decir a los directores corporativos cómo dirigir sus empresas a otro nivel el jueves al pedir públicamente la renuncia del director ejecutivo de Intel. La acción no fue inusual: Trump ha dicho a las armadoras de Detroit que no suban los precios y exigió a Walmart que "se coma los aranceles". Ha presionado al equipo de fútbol americano Washington Commanders para que cambie su nombre y quiere que Coca-Cola use azúcar de caña en lugar de jarabe de maíz.
Toda esa intervención está creando un riesgo para los líderes empresariales que creían haber dilucidado en gran medida el modus operandi de Trump. Se suponía que