El pez sin el agua
Por: Rubén PÉREZ ANGUIANO*
Es posible anticiparse al futuro, pero se hace necesario observar los signos del presente. Se dice que Nostradamus podía capturar las imágenes del porvenir mirando una vela flotando en el agua, pero no es necesario poseer tan extraño talento. Es suficiente con la justa interpretación de lo que existe para intuir lo que sucederá.
No es difícil imaginar, por ejemplo, que el puerto de Manzanillo seguirá lastimando el futuro de los manzanillenses y los colimenses en general, sobre todo si siguen evitándose las inversiones que le den viabilidad al transporte y aseguren un adecuado margen de circulación y bienestar a las familias.
Las inversiones portuarias, históricamente, se concentran en mejorar al transporte de carga, posponiendo la atención