La economía en Bolivia se encuentra en una situación crítica a tan solo días de las elecciones generales previstas para el 17 de agosto. La inflación alcanzó un preocupante 24,8% interanual en julio, la más alta desde 2008, lo que impactó directamente en el costo de vida y la disponibilidad de productos básicos.
El gobierno del presidente Luis Arce, que no buscará la reelección , enfrenta una severa restricción de divisas que limita la importación de combustibles, alimentos y otros insumos esenciales , generando largas filas y escasez en varios sectores.
El descenso de la exportación de gas natural , motor histórico de la economía boliviana, redujo los ingresos en dólares. El año pasado, las ventas de gas representaron solo u$s1.600 millones , mientras que la deuda extern