Cristian Graf, principal sospechoso en el caso del asesinato de Diego Fernández Lima, tuvo un tenso encuentro con los medios de comunicación al regresar a su hogar en Coghlan. Este incidente se produjo en el contexto de la investigación del crimen del adolescente, que ocurrió hace 41 años. Graf, visiblemente molesto, se negó a responder a las preguntas de los periodistas y mostró su fastidio ante las indagaciones sobre el caso.

Por otro lado, Graf, quien fue compañero de Fernández Lima, se presentó recientemente en la fiscalía para colaborar con la causa. Aún reside en el chalet de Coghlan, donde se encontraron los restos óseos del joven. La situación ha reavivado el interés público en un caso que ha permanecido sin resolver durante décadas, generando un debate sobre la justicia y la memoria de las víctimas.