Hubo un momento en la historia en que el futuro de la Corona de Aragón dependía de la decisión de solo nueve hombres. Nueve compromisarios, representantes de Aragón, Cataluña y Valencia, tenían la misión de elegir al nuevo rey tras la muerte sin herederos de Martín I el Humano. Aquel proceso acabaría con la proclamación de Fernando I de Aragón.

Lo que muchos no saben es que aquella decisión se tomó en una localidad zaragozana con tanto peso histórico como riqueza natural: Caspe . Esta capital comarcal, además de su patrimonio monumental, es conocida por tener una inmensa masa de agua que le da un carácter único. El Mar de Aragón, formado por el embalse de Mequinenza , la ha convertido en un destino imprescindible para la pesca de siluros gigantes , la práctica de deport

See Full Page