La icónica empresa Eastman Kodak, popularmente conocida como Kodak, atraviesa uno de los momentos más complicados de su larga historia. El fabricante de la primera cámara fotográfica manual, fundado en 1892, ha reconocido que no cuenta con financiación ni liquidez suficiente para hacer frente a su deuda, que asciende a unos 500 millones de dólares.
En un documento regulatorio, Kodak señala que, dadas las condiciones actuales de la deuda con vencimiento a 12 meses, no podrá cumplir con su pago, por lo que admite que tiene “dudas sustanciales” sobre su capacidad para continuar con su actividad. La noticia ha provocado este martes un desplome en la cotización de sus acciones, que han llegado a caer más de un 26%, situándose en torno a los cinco dólares por título. En la última década, la emp