La reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder ruso, Vladimir Putin, prevista para este viernes en el estado de Alaska, el más cercano a Rusia, proyecta una sombra de desconfianza y preocupación sobre Ucrania y sus socios europeos.

En Kiev y otras capitales del continente temen que Trump, frecuentemente criticado por su admiración apenas disimulada hacia Putin y su indiferencia o irritación hacia Zelenski, pueda convertirse en presa fácil del presidente ruso, un exagente del KGB con más de 25 años de experiencia política al más alto nivel.

"Temo que puedan acordar algo que vaya completamente en contra de la posición ucraniana , a nuestras espaldas, y luego nos presionen conjuntamente para aceptar su plan", afirma Zoreslava, una profesora de 35 años de

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