Es difícil alumbrarse por la noche en Gaza. Allí los casi dos años de guerra han dejado el territorio sin apenas postes de electricidad. También escasean las bombillas. A 3.000 kilómetros de allí otras bombillas, que alumbran otra realidad bien diferente, se apagaron anoche a las diez. En su lugar se encendieron unas velas colocadas sobre las escalinatas de la plaza, en un acto sencillo, pero cargado de sentimiento. Decenas de personas, entre las que se encontraba buena parte de la corporación municipal, se acercaron anoche a la vigilia convocada por el Ayuntamiento de Avilés y el movimiento asociativo para reivindicar el fin del conflicto.

«Expresamos nuestra profunda preocupación por la tragedia humanitaria que se vive en Gaza, y nuestra voluntad de contribuir a una salida política, jus

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