Por Gerson Gómez
Esperábamos en la puerta de casa. Ir a la tiendita del barrio. Cada una de las máquinas tiene canciones de Shakira, Los Tigres del Norte y una melodía jamás escuchada: el homenaje al niño migrante.
Cerramos los ojos. Volvimos al desierto de Sonora. En el desierto del Sasabe. Por una semana de clima extremo, falta de agua y miles de pretextos. El pánico por los Minuteman. Rancheros con la única consigna republicana de abatir a quienes por desconocimiento crucen por los terrenos de su propiedad.
El condado de Maricopa. Del famoso sheriff xenofóbico vistiendo a los presos, entre ilegales e infractores, vestidos de rosa. Sus habitaciones en la enorme tienda de campaña. Extenuante el calor del día. A punto de congelación en la noche. Mientras los lobos aúllan entre las monta