Era una mañana cualquiera de abril cuando César Méndez salió de su casa en Nueva Jersey con la rutina de siempre: construyendo su pequeño imperio en EE.UU. Pero los agentes de ICE tenían otros planes. Al acercarse a su vehículo, emergieron desde todos los ángulos y rodearon al salvadoreño que durante veinte años busco el Sueño Americano.
Redacción LTH
«Me agarraron y me empujaron contra el carro», recuerda César con la voz quebrada por la memoria. En segundos, las esposas se cerraron en sus muñecas y su mundo se desplomó como un castillo de naipes. Todo lo que había construido durante dos décadas se esfumaba en un instante: su empresa de construcción, sus empleados, su esposa, su vida entera, detalló el salvadoreño a La Prensa Gráfica.
Pandillas y su huida a EE.UU.
La historia de César