En el aeropuerto internacional de Richmond, Virginia, se observa un incremento notable en los vuelos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Estos vuelos transportan a hombres y mujeres detenidos, quienes son bajados de camionetas blancas sin identificación y conducidos a aviones, como un Boeing 737. Según el grupo de defensa Witness at the Border, Richmond es uno de los aproximadamente 70 centros utilizados por la administración Trump para trasladar detenidos entre centros de detención en todo el país, con el objetivo de deportarlos.

Desde la llegada de Trump a la presidencia, se han realizado más de 1000 vuelos de deportación, un 15% más que en el mismo periodo del año anterior. Estos vuelos son operados por una combinación de compañías chárter privadas y al menos una aerolínea comercial, además de un pequeño número de aeronaves militares. Sin embargo, desde marzo, las principales compañías han comenzado a solicitar que se eliminen los números de cola de los sitios de seguimiento de vuelos, lo que dificulta su rastreo.

Ian Petchenik de Flightradar24, un sitio de seguimiento de vuelos, ha señalado que esta medida se facilitó tras la ampliación de las reglas de la Administración Federal de Aviación. Esto ha generado preocupaciones sobre la rendición de cuentas, ya que la información sobre los vuelos es crucial para entender las operaciones del ICE. Eunice Cho, asesora del Proyecto Nacional de Prisiones de la ACLU, afirmó: "Esta información es vital para comprender cómo el ICE lleva a cabo sus actividades de control y deportación".

Guadalupe González, portavoz de La Resistencia, un grupo de defensa de los derechos de los inmigrantes, indicó que las familias de los detenidos enfrentan dificultades para localizar a sus seres queridos. "Las familias no pueden rastrear adónde envían a sus seres queridos; simplemente los están desapareciendo", comentó.

El Departamento de Seguridad Nacional no ha respondido a las solicitudes de comentarios sobre la ocultación de los números de cola. Avelo Airlines, que opera vuelos del ICE, mencionó que estos vuelos suelen permanecer sin identificar a petición del gobierno. Por otro lado, GlobalX Airlines y Eastern Air Express no han proporcionado comentarios sobre el tema.

Además del aumento en los vuelos de deportación, Witness at the Border ha registrado un incremento en los vuelos que trasladan detenidos entre aeropuertos dentro de EE.UU. En julio, se rastrearon 207 vuelos de deportación y 727 vuelos nacionales de detenidos, la cifra más alta desde que se comenzó a rastrear en 2020.

CSI Aviation, con sede en Nuevo México, es el mayor contratista privado del ICE Air, actuando como intermediario para la subcontratación de vuelos. En 2025, obtuvo un contrato de 128 millones de dólares, que ahora supera los 321 millones. Los líderes de estas empresas han mostrado apoyo a la administración Trump, lo que añade una capa de complejidad a la situación.

La Resistencia ha informado que, además de ocultar los números de cola, los vuelos del ICE están cambiando sus señales de llamada de tráfico aéreo. Esto ha llevado a preocupaciones sobre la transparencia y el tratamiento de los detenidos. González expresó: "Nuestra mayor preocupación es la transparencia. Si no podemos observar cómo se trata a las personas, nos preocupa que se violen sus derechos humanos".