La semana pasada, las autoridades norteamericanas, contra lo que se pensaba, optaron por no aplicar la pena de muerte a Rafael Caro Quintero, Ismael “El Mayo” Zambada y Vicente Carrillo Fuentes, alias “El Viceroy”. Esta fue una decisión muy polémica pero acertada. Y no se trata de que estos tres personajes no se merezcan eso y quizá más, pues si estuvieran en libertad seguramente seguirían dando órdenes para asesinar personas, tanto integrantes de grupos criminales rivales como de personas inocentes y también integrantes de corporaciones de seguridad pública.
También llama la atención, en el caso de Ismael Zambada y de Vicente Carrillo Fuentes, que pueda haber un arreglo a cambio de información para obtener penas reducidas, aunque eso no los va a librar de una enorme culpabilidad que sign