La Fiscalía General de la República (FGR) de México ha llevado a cabo la entrega masiva de 26 reos a Estados Unidos, una acción que el titular de la FGR, Alejandro Gertz Manero, calificó como una decisión soberana y no como una extracción. Entre los reos transferidos se encuentran figuras notorias del crimen organizado, como Servando Gómez, conocido como "La Tuta", líder de los "Caballeros Templarios", y Abigael González Valencia, apodado "El Cuini", uno de los principales operativos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Gertz Manero enfatizó en una conferencia de prensa que la entrega se realizó bajo un marco legal y constitucional, asegurando que "no habrá ningún obstáculo" para cumplir con las tareas de defensa de la sociedad. Aclaró que los criterios de selección para la extradición fueron los mismos que se aplican en cualquier solicitud entre países soberanos.

Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), respaldó esta decisión, indicando que se alinea con la Ley de Seguridad Nacional y la Estrategia Nacional contra la Extorsión. Harfuch destacó que muchos de los delincuentes aún en prisión continuaban dirigiendo actividades ilícitas, lo que representaba un riesgo inaceptable para la seguridad pública.

"Muchos de ellos habían conseguido amparos para permanecer en cárceles de baja seguridad", advirtió Harfuch, añadiendo que esto podría facilitar su traslado a penales menos vigilados, aumentando el riesgo de fuga y la continuación de sus operaciones delictivas.

La SSPC también informó que los 26 reos enfrentan múltiples investigaciones en Estados Unidos por delitos graves, incluyendo tráfico de personas, homicidio y lavado de dinero. Estos individuos han sido responsables de actos violentos que han afectado a comunidades enteras durante años.

El traslado de los reos fue realizado con un fuerte despliegue de seguridad, que incluyó 988 elementos y 90 vehículos de diversas instituciones, así como 11 aeronaves de la Defensa Nacional. Este movimiento se suma a un traslado previo en febrero, donde 29 líderes criminales también fueron extraditados a Estados Unidos, a pesar de que sus procesos habían sido pospuestos en múltiples ocasiones.