Con este adjetivo me refiero a alguna de las generaciones nuevas, qué para los entrados en edad, calificamos de consentidas. Otros van más allá y las tildan de egoístas, por aquello de que no se conforman con cualquier salario o cualquier trabajo, cuestiones éstas que a mí sí me parecen muy lícitas y loables, me parecen muy bien ciertamente.

Las generaciones nuevas ya sea por egoístas, por vagas o por consentidas lo que están pidiendo y reclamando es que se hace necesario un cambio de las mentalidades en general. Se ha instalado ya desde décadas atrás en nuestra sociedad el mensaje de la necesidad del éxito absoluto e inmediato en nuestra juventud, detrás de este mensaje hay un alto contenido de sobrecualificación. Este fenómeno de carácter endémico condiciona el mundo del trabajo español

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