Las aguas provenientes de un glaciar subieron el miércoles al fluir por un río que atraviesa la capital de Alaska, sin que se reportaran daños mayores, aunque las autoridades advirtieron que las aguas podrían mantenerse altas por varias horas.
Algunos residentes de Juneau en la zona de inundación atendieron las advertencias y evacuaron después de que el agua comenzara a escapar de la presa en torno al glaciar Mendenhall el martes. Para la mañana del miércoles, la ciudad informó que el agua se acumulaba en un puñado de calles después de filtrarse bajo las barreras recién erigidas diseñadas para proteger las casas frente al río, pero no se evidenció ningún daño mayor, incluso cuando el río crecía a niveles máximos.
El glaciar Mendenhall está a unos 19 kilómetros (unas 12 millas) de Juneau,