Donald Trump —cuya personalidad puede dar paso a una nueva versión de la monumental novela «Yo el Supremo», de Augusto Roa Bastos— quiere negociar la paz en Ucrania con submarinos nucleares. Una tropelía descomunal. Tal vez debe oír a los sabios chinos de la antigüedad, antes de meter la pata de forma descomunal.

Por Qianxu Tzu

El «Orange Man», ese gran artista de la contradicción, se prepara para su encuentro con Vladimir Putin, el presidente ruso, mientras despliega submarinos clase Ohio más cerca de Rusia. Muestra el garrote y dice «hablemos de paz». Es como llegar a una cena familiar con una ametralladora y preguntarse por qué todos parecen nerviosos.

Como enseña el I Ching en el hexagrama 6 (Song/El Conflicto): «Quien busca la confrontación mientras habla de armonía, siembra las se

See Full Page