Un barrio entero quedó en silencio en la India cuando, a finales de 2023, un bebé de siete meses fue atacado por un perro callejero en Noida, una ciudad satélite de Nueva Delhi. El animal lo derribó en segundos y, pese a los intentos desesperados de los vecinos, el pequeño murió antes de llegar al hospital.
A varios kilómetros, en otra calle de la capital, un perro callejero, de andar más lento, recibía cuidado y comida diaria de quienes lo consideran parte del barrio, siguiendo una regla no escrita que se repite desde hace décadas.
Esa contradicción, entre el afecto ancestral por los animales y el temor a una crisis de salud pública que se ha acentuado en los últimos años, atraviesa hoy la India, un país que alberga a unos 62 millones de perros callejeros y que concentra más de un terci