La fugazzeta rellena es uno de esos platos que logran conquistar a todos. Crujiente por fuera, con una capa dorada y llena de aroma, pero con un interior que es pura tentación: queso que se derrite y un toque de jamón que aporta el sabor perfecto. Es un clásico que nunca pasa de moda y que, servido caliente, hace que nadie se pueda resistir.
El origen de la fugazzeta rellena tiene raíces en la pizza argentina, pero a la vez también tiene una vuelta de tuerca que es bien porteña. En pizzerías y restaurantes es una de las estrellas, pero no hace falta salir de casa para disfrutarla porque su elaboración es imperdible y sencilla.
El secreto está en la combinación equilibrada de la receta : masa esponjosa, relleno abundante y cebolla bien cocida en la cubierta. Hoy, Minuto Neuquén te