En noviembre de 2021, un JPEG de un mono con gafas de sol se vendió por más de tres millones de dólares. En paralelo, miles de inversores minoristas apostaban su dinero en criptomonedas creadas en foros anónimos o en acciones de empresas sin ingresos ni producto. Las noticias hablaban de disrupción, de libertad financiera, de una nueva economía donde todo lo anterior —valor, utilidad, fundamentos— parecía haber perdido sentido. Apenas dos años después, ese mismo mono no encontraba comprador ni por una fracción de su precio original. Y aunque el episodio fue ridiculizado como una moda pasajera, lo que reflejaba era algo mucho más profundo: el retorno cíclico de un patrón tan humano como inevitable.
A lo largo de la historia, las burbujas económicas han sido espejos de nuestras ilusiones c