El término ya se ciñe como una amenaza: superinteligencia artificial . El día que suceda —y sucederá antes de lo que imaginamos— las máquinas serán, oficialmente, más inteligentes que nosotros.
El avance y la penetración de la nueva tecnología han sido vertiginosos y en cuestión de un par de años su uso se ha democratizado, poniendo en jaque antiguas profesiones, creando nuevos empleos y teniendo un impacto social solo equiparable al de la revolución industrial a mediados del siglo XVIII.
Para los expertos el menor riesgo de la IA es la pérdida de empleo . Hay temas más profundos y complejos de los que se habla poco, pues el foco del sector está en el aumento en la productividad y los grandes negocios que la inteligencia artificial significa.
Pero como todo, existe un lado oscuro y