El campeón de Europa está todavía muy lejos de su mejor versión, pero sigue siendo un equipo ganador. El PSG rescató en Údine la Supercopa de Europa, el primero de los seis títulos oficiales a los que aspira esta temporada, al derrotar en los penaltis a un Tottenham más rodado después de levantar un 0-2 en los minutos finales. Van de Ven y el Cuti Romero, dos defensas, impusieron la ley de un equipo menos dotado que su rival pero con muchos más kilómetros de preparación en las piernas, pero Kang-in Lee y Gonçalo Ramos, dos relevos desde el banquillo, permitieron la reacción a tiempo del conjunto parisino.
Sobre la bocina despertó el cuadro de Luis Enrique, que apostó de inicio por un once muy ofensivo, sin Fabián Ruiz pero con cuatro atacantes como Kvaratskhelia, Doué, Barcola y Dembélé.