¿Es posible aprender de la historia de una urbe por medio de los gatos que la han habitado durante décadas? El documental Kedi, dirigido por la cineasta turca Ceyda Torun, estrenado en el 2016, es el claro ejemplo de que sí es una forma viable de indagación. El título viene del turco y en español se convierte en la palabra “gato”.

En los últimos años Estambul ha ganado fama mundial como la ciudad de los gatos, con los felinos superando al número de residentes humanos; las personas han adaptado sus espacios en beneficio y comodidad de los residentes gatunos que han pasado a formar parte de su cultura y a los que no se les considera mascotas; pero, aun así, reciben todos los días comida, cariño y un lugar donde vivir.

Este es el punto de eclosión de una historia cinematográfica que tiene l

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