El Ayuntamiento de Mason, un pequeño pueblo de aproximadamente 1,300 habitantes en el oeste de Tennessee gobernado por un inmigrante, aprobó este martes reabrir la cárcel local como centro de detención de inmigrantes bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
El contrato para operar el centro fue otorgado a la empresa CoreCivic, y solo tres de los siete funcionarios electos votaron a favor. Dos concejales se pronunciaron en contra y otros dos optaron por abstenerse, reflejando la división en el Concejo Municipal.
El alcalde Eddie Noeman, primer inmigrante egipcio en ocupar el cargo en Mason, defendió la medida señalando que la reapertura de la prisión generará empleo y beneficiará económicamente a la ciudad.
“Necesitamos el apoyo de todos, el interés de todo