En los últimos años pocas veces el género de terror da buenas sorpresas, cuando la mayoría de las propuestas son películas de cine gore con terror, donde la idea de un payaso sangriento parece ser la premisa de una historia , tanto como traer a la vida un Winnie Pooh violento es igual de válido, para tener ganancias bajo producciones pobres en todo sentido, donde el presupuesto no es lo único bajo en estas propuestas.
No se trata de que la violencia no sea un recurso frente al género, se trata de que el contenido de la historia impacte con la narrativa visual, mostrando que pueden armonizar en la trama y en el ritmo, como en Longlegs (2024), o la bellamente construida desde la imagen para su género; La primera profecía (2024); la interesante Hereje (2024); o la mediática La s