Con exceso de dramatismo, el nuevo film de Luc Besson es demasiado deudor de la genial película creada en 1992 por Francis Ford Coppola
De Luc Besson. Un Drácula remanido y con aires kitsch

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Con exceso de dramatismo, el nuevo film de Luc Besson es demasiado deudor de la genial película creada en 1992 por Francis Ford Coppola