En muchas cocinas del mundo, las almendras tienen un lugar reservado no sólo por su sabor y textura, sino por la personalidad que le aportan a diferentes preparaciones. Ya sea como parte de una bebida vegetal, una crema untuosa o simplemente como snack , estos frutos secos han demostrado ser versátiles y constantes en la mesa.
Con su textura crocante y su sabor ligeramente dulce, las almendras se comen solas, se agregan a yogures, se incorporan a ensaladas o se procesan en mantequillas. Son parte de la rutina diaria de quienes buscan equilibrio entre placer y nutrición .
Pero más allá del gusto, hay razones más profundas para incluirlas. En los últimos años, la ciencia ha profundizado en su perfil nutricional y los posibles aportes al bienestar general.
La combinación entre tra