Mi amiga camina sin dirección alguna. La sorprendo con una pregunta: “¿Cierto que estamos perdidas?”. “Sí”, me contesta y de inmediato toma su celular. “Pero voy a preguntarle a Chat GPT cómo hacemos para llegar”. La miro con sorpresa y solo cuestiono: “¿Y si mejor le preguntamos a alguien?”.
En otro tiempo, converso con un grupo de mujeres sobre una pastilla mágica que promete la eterna juventud. Una de ellas quiere saber qué contiene y de inmediato saca su teléfono. Con orgullo visible cuenta que su Chat GPT tiene nombre, lo saluda y le pide que le cuente para qué es la pastilla y si engorda o no.
En ambos casos, Chat GPT fue usado sin mayor profundidad y en una expresión muy básica: fue usado como si fuera Google. Esto viene sucediendo desde que, en 2022, se lanzó esta herramienta tec