La libertad de religión es un derecho individual que debemos promover, si es que queremos que haya respeto mutuo, armonía y la protección de los demás derechos humanos.
Este derecho fundamental, que se manifiesta en la libertad de asociación religiosa y en la práctica colectiva de los ritos y ceremonias propios de cada religión, es reconocido en las leyes y tratados internacionales por salvaguardar la dignidad humana y la libertad de vivir las convicciones personales, libre de cualquier tipo de interferencias, sean estas religiosa, gubernamentales, mediáticas o de cualquier otra naturaleza.
Algunos grupos y religiones la promueven con un propósito que no es tan noble, buscando instalar en las escuelas la instrucción pública, sitios a los que asisten alumnos con diversas convicciones. La