La legisladora porteña Graciela Ocaña encendió la polémica al denunciar que el caso del fentanilo contaminado , que ya provocó 96 muertes , expone una red de intereses políticos y empresariales de larga data. Según la exministra de Salud, detrás de los laboratorios HLB Pharma, Ramallo y Apolo —señalados en la investigación— aparece Ariel García Furfaro , un empresario con “relación histórica con el kirchnerismo” que, aseguró, pasó “de verdulero a manejar laboratorios” e incluso participó en la negociación de vacunas Sputnik con Rusia durante la pandemia.

Ocaña afirmó que García Furfaro “tenía verdulerías en el oeste del Conurbano, y de un día para el otro comenzó a manejar laboratorios farmacéuticos”. Según relató, el empresario habría viajado junto a funcionarios del G

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