El cuerpo de Miguel Oscar Di Gioia fue descubierto en su casa de la calle Centenario Uruguayo, en Villa Dominico, a principios de marzo pasado. Su vivienda estaba visiblemente revuelta. La mujer que realizaba la limpieza en el lugar una vez por semana declaró ante los policías que llegaron a la escena del crimen que el desorden no la sorprendía, que Miguel, básicamente, era así, desordenado.
El cadáver estaba descompuesto . Al inspeccionarlo, los forenses de la Policía Científica determinaron que Carlos había muerto hace días, en medio del calor.
El olor había atraído a los vecinos de la cuadra, que llamaron al 911. También, notaron que el cuerpo del hombre que se dedicaba al negocio de la pesca estaba desnudo junto a su cama, maniatado con una corbata. No era un simple robo