Se suele pensar que de femicidio para abajo, no hay nada. Y el femicidio es la cima. Todo lo que viene antes también es dolor. Por eso son clave las instancias de prevención y la ESI.
Años y años de militancia feminista, miles de páginas escritas sobre el tema, testimonios escuchados de quienes decían haber sido abusadas dentro del espectro de lo que comúnmente se interpreta como el lugar del cuidado: la propia casa. Millones de palabras escritas para derribar el fantasma, incluso con la estadística a favor, de que la persona que ataca sexualmente, que abusa psicológicamente y que maltrata físicamente, puede estar en el mismo sillón, en la misma cama, respirando el mismo aire. La mayoría de las veces lo está.
Las leyes también acompañan: en Argentina desde 2009 la 26.485 de Protección In